Beneficios de la A.A.A. y T.E.A.A

 

Las T.E.A.A suponen un campo aún inexplorado para la comunidad científica, que reclama más estudios sobre ello. La medicina, fuera de convencionalismos y límites establecidos, ha apostado en los últimos tiempos por una nueva forma de tratamiento: la terapia asistida con animales, una fórmula que ha demostrado una eficacia y unos beneficios en los pacientes hasta ahora desconocidos.

 

Se tiene documentado que los jóvenes que acuden a programas de terapias con animales se sienten mejor. No se trata de que sea una terapia milagrosa, pero sentir que un animal les quiere o dependen de ellos, les hace que recobren confianza personal, entusiasmo y satisfacción, además de momentos de complicidad con el animal que les aportan beneficios incuantificables.

 

Las T.E.A.A suponen un campo aún inexplorado para la comunidad científica, que reclama más estudios sobre ello. La medicina, fuera de convencionalismos y límites establecidos, ha apostado en los últimos tiempos por una nueva forma de tratamiento: la terapia asistida con animales, una fórmula que ha demostrado una eficacia y unos beneficios en los pacientes hasta ahora desconocidos.

 

Se tiene documentado que los jóvenes que acuden a programas de terapias con animales se sienten mejor. No se trata de que sea una terapia milagrosa, pero sentir que un animal les quiere o dependen de ellos, les hace que recobren confianza personal, entusiasmo y satisfacción, además de momentos de complicidad con el animal que les aportan beneficios incuantificables.

 

Las terapias con animales son habituales en Estados Unidos, donde estos programas están mucho más avanzados que en otros países. Por ejemplo, se emplean en la reinserción en centros carcelarios y con asiduidad en hospitales y con niñ@s especiales. Lo deseable sería que estas Terapias Asistidas por Animales (T.A.A.) se expandieran y sus beneficios llegarán a más personas, ya que éstos se traduciría en un aumento de la calidad de vida, de la interacción personal, la elevación del grado de supervivencia, la mejora en la comunicación, una mayor motivación y un mejor estado físico, psíquico, familiar y social.

 

Se ha escrito mucho de la correlación entre el contacto físico y la salud. Niñ@s que no han sido humanamente objeto de contacto físico, no desarrollan relaciones sanas con otras personas y a menudo tienen problemas de desarrollo social. Algunos de ellos no aceptan el contacto físico de los humanos, pero un animal peludo, que da calor, si es aceptado por este tipo de colectivo maltratado. Hay programas destinados a casos en los que los niñ@s han sido objeto de abusos físicos y sexuales, en los cuales el personal terapéutico no tiene permiso para tocar a los pacientes. En estos casos tener un animal, para sujetarlo, abrazarlo y acariciarlo, supone un gran beneficio ya que les permite recuperar el contacto físico.

 

Estudios de psicoterapia y terapia infantil asistida por animales en diversos países desde los años 60, demuestran los magníficos beneficios que los animales tienen sobre diferentes aspectos: Físicos, Psicológicos – Anímicos, Sociales – Educativos.


Físicos

Psicológicos – Anímicos

Sociales – Educativos