Citas de profesionales sobre la T.E.A.A.

 

Isabel Salama, psicóloga clínica y experta en este campo, expone que “las interacciones con los animales nos ponen en contacto con el instinto más puro y el desenlace suele producir una mayor conexión con nuestra ‘parte animal’ en instintiva y un mayor grado de aceptación de la misma. Durante las relaciones con los animales entramos en un estado alterado de consciencia en la que la humildad y la nobleza de espíritu forman parte de esta interacción y por tanto ‘desaprendemos’ las pautas de conducta de enfrentamiento con el mundo y empezamos a tener consciencia de formar parte del mundo natural”.

De acuerdo al escritor Odean Cusack, “para alguien que no haya tenido contacto con animales es difícil entender los beneficios asociados a estos amigos peludos o con plumas. Los animales son divertidos y con ellos uno se puede sentir muy a gusto. Poseen un buen sentido del humor y su gran despreocupación y extrovertidos espíritus nos devuelven a nuestra infancia. Estar al cuidado de un animal refuerza nuestro sentido de la responsabilidad y nos hace seguir un programa de actividades diaria. Los animales nos permiten salir de nuestras preocupaciones y nos alejan de nuestros miedos sobre el futuro. Ellos viven en el momento inmediato y cuando interactuamos con ellos nos ayudan a disfrutar del presente con sus alegrías y particularidades”.

El doctor Ange Condoret, llegó a manifestar en varias ocasiones, que acariciar a un animal reportaba los mismos efectos beneficiosos que la absorción de muchos fármacos para inducir a la relajación.

Ana Poves, del centro de discapacidad de San Juan de Dios en Madrid, aseguró, que el programa de terapias en jóvenes con discapacidad intelectual profunda o grave, lograba aumentar su autonomía y sus habilidades intelectuales e instrumentales, además de aumentar su serenidad, disminuir su ansiedad y favorecer la integración social.

Teri Pichot, psicoterapeuta y trabajadora social de la “Therapy dogs on line”, aseguró que “la sola presencia de animales en casa puede hacer disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca e incluso se ha detectado una disminución de la necesidad de algunos medicamentos”.

Apenas nadie discute ya los beneficios de integrar animales en los protocolos de los centros dedicados al tratamiento de enfermos mentales o en programas educativos para sectores que requieren una ayuda especial como: la población penitenciaria, las personas mayores solas o en centros geriátricos y los niñ@s de zonas urbanas deprimidas.

Incluso el mismo Sigmund Freud utilizaba gatos en sus consultas con el fin de lograr que sus pacientes se sintieran más relajados y dejasen fluir sus sentimientos de una forma más natural y espontánea.

Los diversos autores, creen, que los presuntos beneficios sobre la salud atribuibles a la interacción con una animal, han de entenderse en el marco de la definición de la salud de la OMS, enla quela salud no es tan solo la ausencia de enfermedad, sino “un estado de bienestar, físico, mental y social” y detectó la imperiosa necesidad de sistematizar el empleo de estas técnicas de T.E.A.A. como fuente de recurso del terapeuta ocupacional en el proceso de rehabilitación de diversas procedencias.