Debe estar formado como mínimo por:
- Un terapeuta:Encargado de dirigir cada una de las sesiones.
- Un guía canino: Encargado de intervenir en las sesiones bajo la dirección del terapeuta.
- Un co-terapeuta: Un perro seleccionado y adiestrado específicamente para realizar este tipo de sesiones.
- El paciente.
Todas y cada una de las sesiones de psicoterapia son dirigidas por un terapeuta que previamente ha realizado una evaluación de cada uno de los proyectos individuales, estableciendo un objetivo general dividido en objetivos específicos que a su vez están divididos en pequeños objetivos operativos, basándose en la situación física e intelectual del niñ@ y en una entrevista previa con los padres o tutores del menor.
Acto seguido se reúne todo el equipo multidisciplinar para decidir cómo alcanzar de una forma eficaz cada uno de esos objetivos.
En esta reunión nos encontramos con la piedra angular de este tipo de trabajo, la estrecha colaboración, la posibilidad real de que cada profesional experto en su campo aporte sus ideas y opiniones enriqueciendo el resultado final facilitando así la consecución de los objetivos marcados. Debiendo siempre recordar, que un proyecto de psicoterapia asistida con animales, debe contar con tres máximas imprescindibles: personal especializado, objetivos prediseñados y resultados evaluados y registrados.
En cada sesión de trabajo, debe establecerse una relación perfecta entre terapeuta, guía canino, co-terapeuta y paciente. Ello constituirá la base del éxito de la sesión durante la cual, el terapeuta deberá tomar datos y medir obligatoriamente la evolución del paciente. Esto es lo que marca la diferencia entre, psicoterapia asistida con animales y actividades asistidas con animales.