Johny, síndrome de Down y chico empaquetador

Johny

Johny es un joven de 19 años con síndrome de Down que trabaja embolsando las compras de los clientes en un supermercado. Un día Johny asistió a una charla donde animaban a la gente a poner su firma especial en su trabajo y crear una impresión positiva en las personas.

“Al principio creía que no podía hacer nada especial por los clientes, yo sólo pongo la compra en bolsas, pero luego se me ocurrió una idea. Cada noche después del trabajo, iba a casa y buscaba un pensamiento inspirador del día, si no encontraba nada que me gustara, yo pensaba uno.” 
Cuando Johny tenía su pensamiento inspirador, su padre le ayudaba a escribirlo en el ordenador e imprimir muchas copias. Johny recortaba cada cita y ponía su firma por detrás. Luego las traía al trabajo cada día. Cuando terminaba de poner las compras dentro de las bolsas de alguna persona, encima ponía la nota motivadora y le decía: gracias por comprar con nosotros.

Este joven con un trabajo que a mucha gente no le parecería importante había conseguido magnificarlo creando preciosas memorias en las personas. 

Un mes después de que empezara a hacerlo, el encargado de la tienda encontró que la cola de gente de la caja donde estaba Johny era tres veces más larga que las otras, rodeando la sección de congelados. En seguida pidió más personal y cajas abiertas pero la gente no quería cambiarse, le decían: “está bien aquí, queremos el pensamiento del día de Johny”.
“Fue maravilloso ver como Johny hacía felices a la gente”, dijo el encargado. “Él ha transformado nuestra tienda, un increíble espíritu de servicio se ha esparcido por todo el lugar, y todo porque Johny eligió hacer una diferencia”. 

La idea de Johny fue una idea de amor, vino del corazón, era real. Eso es lo que tocó a sus clientes, a sus compañeros y a aquellos que escuchan esta historia.