Si nos hubiéramos tenido que llevar una ayudante para DiveRTinA, sin duda hubiera sido Macarena; se le cambió la cara nada más vernos entrar, y al marcharnos, con mucho gusto que se hubiera venido de copiloto junto a nuestra Tina.
Conrado no solo es precioso, sino un pequeño lleno de expresividad que necesitaba mil ojos, porque a cada animal que veía, allí iba con su índice a tocarlo, porque de toda su mano, ese era el único dedo valiente y campeón.
Y como Macarena fue la que abrió la fiesta haciendo bailar a nuestra Tina, luego se lanzaron Alba, Elena, Myriam, José y ¡ya no pararon!
Carlos y Fabián venían muy dormiditos, pero pudieron sentir como varios animales correteaban su cuerpo mientras comían pipas y lechuga. Ivan intimó con Olaf y Ester lo hizo con Paco; ambos dos cobayas con mucha experiencia en sacar sonrisas.
Siempre nos falta tiempo para más, pero hasta donde llegamos, los instantes de felicidad se suceden sin parar.
Y como siempre, ha sido un placer y ¡hasta pronto chicos!